Nuestra acción es determinante y tiene como prioridad el cuidado y la conservación del medio ambiente. Por este motivo es esencial que todos los vehículos al final de su vida útil se gestionen adecuadamente a través de los Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) y reciban un completo proceso de descontaminación y reciclaje de sus componentes.
El proceso de descontaminación y reciclaje de los componentes de un vehículo comienza cuando éste mismo se recibe en las instalaciones del centro y una vez se ha registrado dicha entrada. Posteriormente se trasladan a la zona de descontaminación, la cual dispone de un pavimento impermeable y de un sistema de recogida de derrames. En esta zona se extraen combustibles, aceites, líquidos refrigerantes, limpiaparabrisas, líquido de frenos, baterías, filtros de aceite y combustible, gas del aire acondicionado, zapatas de freno con amianto, condensadores con PCB y componentes con Hg. Además, los residuos peligrosos que se extraen se almacenan dentro de esta misma zona, en contenedores que están debidamente etiquetados y a la espera de ser recogidos por el gestor autorizado correspondiente.
Una vez descontaminado, el vehículo pasa al despiece. Todos aquellos componentes del vehículo que puedan ser aprovechables se desmontarán. Esta es la fase en la que los gestores de residuos colaboran con el departamento de recambios, extrayendo las piezas, revisándolas, catalogándolas y haciendo un minucioso control de calidad.
El siguiente paso es la extracción de materiales que no son válidos para su venta, como cauchos o cristales, pero que dificultan el siguiente paso del vehículo: La fragmentación. En esta fase, el coche pasa a transformarse en fragmentos de 20 a 40 centímetros que, deslizándose por mesas de separación, aísla los materiales estériles de los reciclables.
Con todo esto, el desguace ha dejado de ser un basurero de coches y se ha transformado en un centro de reciclaje de vehículos que hace que nuestro trabajo sea ecológico, respetuoso con el medio y acogido a la normativa legal.
A continuación, mostramos un esquema que resume el proceso de descontaminación y reciclaje, por el que pasa un vehículo fuera de uso.
Este proceso no impide que se puedan dar otros usos más creativos a las piezas sobrantes, que han generado tendencia en los últimos años. Reputados artistas, y conocidas marcas, han optado por los elementos de desguace como materias primas para la realización de nuevos bienes como muebles, esculturas, e incluso complementos de moda. Por ejemplo, el estudio de Fernando Guerra (FG Studio) ha creado mesas con un motor e incluso con el cigüeñal de un vehículo.
Cinturones de caucho, bolsos elaborados con matrículas, barbacoas o incluso sofás con los asientos restaurados. La creatividad se da de la mano de la conciencia ecológica, y… ¡no podrían hacer mejor pareja!